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Cómo y por qué del camuflaje los coches de pruebas

Cómo y por qué del camuflaje los coches de pruebas

La industria del automóvil dedica, de media, cerca de cuatro años, unos 200 millones de euros y casi 200 prototipos distintos antes de que cada modelo salga al mercado. Mantener en secreto la fase de pruebas de cada unidad antes de su lanzamiento puede resultar clave, por lo que se recurre al camuflaje.

Son muchas las zonas por las que las marcas circulan con sus unidades de prueba para poder llevar a cabo pruebas de todo tipo, desde resistencia a temperaturas elevadas o demasiado frías, hasta comportamiento aerodinámico o rendimiento de un nuevo motor o componente del vehículo. Sierra Nevada, Nürburgring (Alemania), Valle de la Muerte (California) son solo algunas de estas zonas. En estas zonas es fácil encontrar fotógrafos profesionales de empresas como Carpix, a la espera de poder capturar alguna foto de modelos en prueba.

¿Por qué las marcas recurren al camuflaje de sus unidades de prueba? El primer motivo es, quizás, el más evidente. Cada marca dedica millones de euros en el diseño de sus modelos, por lo que es vital evitar que las marcas “rivales” conozcan exactamente las dimensiones, la plataforma, o los detalles de diseño de estos nuevos modelos, especialmente si resultan novedosos o rompedores.

Pero hay más. Al tratarse de unidades para los que, en ocasiones, faltan años para su comercialización, muchos de los detalles que se muestran no son definitivos, lo que puede llevar a engaño a los futuros compradores de estos modelos. Mostrar entonces un diseño no definitivo puede causar que, en el momento del lanzamiento, el público objetivo de ese modelo haya perdido el interés por él y que todos los esfuerzos de la marca hayan sido en vano.

En el desarrollo de un nuevo modelo se utilizan distintos tipos de camuflajes, cada uno con un objetivo concreto, y cumpliendo un esquema de tiempo que suele ser común.

Fase 1: “Mula”

Habitualmente, es a la que se recurre aproximadamente 36 meses antes del lanzamiento del modelo. En esta fase, se emplean carrocerías de modelos ya conocidos, bajo la cual se emplean plataformas, suspensiones y motores de un futuro modelo. De esta forma, se puede probar con tranquilidad estos nuevos elementos sin llamar excesivamente la atención, ni del resto de marcas, ni de fotógrafos aficionados o profesionales.

Fase 2: “Bolsa de patatas”

Se recurre a ella aproximadamente de 12 a 18 meses antes del lanzamiento. En este caso, las unidades ya emplean la carrocería que, a priori, será definitiva, aunque va recubierta de lonas o apósitos de gran tamaño que hacen que sea irreconocible. Se fijan a la carrocería con velcros, y son capaces de soportar temperaturas de entre -40 y 70º.

Las zonas más conflictivas, que la marca quiere preservar aún más de miradas indiscretas, se recubren con una lona bajo la que se inyecta espuma que camufla el aspecto definitivo del modelo. A modo de curiosidad, los fotógrafos que obtengan una imagen de calidad de un modelo que pueda ser atractivo por sus perspectivas de ventas futuras pueden llegar a obtener más de 10.000 euros.

Fase 3: “Vinilado”

Es la última fase de pruebas, en las que la marca busca comprobar, de forma fidedigna, cómo se comporta el modelo prácticamente definitivo un año antes del lanzamiento. Así, se hacen pruebas de sonoridad, consumo o aerodinámica, para las que es necesario rodar en carretera abierta, lo que puede atraer demasiado la atención. Se cubre la carrocería de distintos tipos de vinilo que no perjudican el rendimiento del coche, pero que dificultan visualmente la percepción de las formas reales del coche. Existen, en este sentido, tres tipos habituales de vinilos:

Fishies: Es la más antigua, prácticamente ya en desuso. Se colocan decenas de vinilos de forma romboidal o geométrica sobre toda la carrocería.

Lágrimas: Se colocan vinilos negros en forma de lágrima sobre una carrocería blanca. Se trata de un método muy eficaz, ya que se ocultan las formas de la carrocería, que además refleja los flashes de las cámaras espías, algo especialmente útil en las pruebas nocturnas.

Flimmies: Es la tendencia actual en lo que a camuflaje se refiere. No solo se recurren a vinilos geométricos que contribuyen a ocultar las verdaderas formas de la carrocería, sino que también se emplea la técnica del “parpadeo de color”, que permite percibir las proporciones del modelo, pero que imposibilita distinguir las formas de las zonas cubiertas por el camuflaje.

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