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De acuerdo con los datos que posee la DGT, el número de atropellos a animales se ha incrementado en un 21% en apenas tres años. Por ello, el RACE ha entrevistado a 1.332 conductores españoles, de los que el 88% reconoce haber encontrado alguna vez un animal en carretera.
Una de las consecuencias imprevistas de la pandemia por coronavirus es que muchos animales han salido de su hábitat natural, invadiendo espacios normalmente controlados por el ser humano. Por ello, durante los últimos meses ha sido más fácil encontrar animales inviadiendo espacios urbanos o carreteras con más frecuencia de la habitual.
Frente a esta situación, el RACE ha querido analizar cómo afecta la presencia de estos animales en la circulación habitual de los coches, entrevistando a 1.332 conductores españoles a través de un cuestionario online. Los resultados reflejan que un 88% reconoce haber encontrado animales en la vía por la que circulaban -un 76% de ellos eran animales salvajes-, mientras que un 42% de los encuestados afirma haber sido testigo de atropellos a animales, que en un 22% de los casos se saldaron con una salida de la vía del vehículo y el consiguiente peligro de accidente grave.
Entre los animales con más riesgo de ser atropellados, destaca el jabalí en un 52% de los casos, mientras que el perro doméstico acumula hasta el 73% de los incidentes.
Un 57% de los entrevistados reconoce que la presencia de animales en la carretera les produjo una situación de riesgo; un 73% tuvieron que recurrir a un frenazo más fuerte de lo habitual, un 50% al volantazo, y un 24% a la invasión del carril contrario.
Para evitar en la medida de lo posible sufrir riesgos por la presencia de animales en la vía, el RACE recomienda “frenar para llegar al impacto a la menor velocidad posible y mantenerse en el carril sin hacer movimientos bruscos”, ya que “dar un volantazo para intentar esquivar al animal puede conllevar consecuencias mucho peores”, existiendo “la posibilidad de invadir el carril contrario y sufrir un accidente frontal contra otro vehículo que viene en dirección opuesta, o bien sufrir una salida de vía y poder impactar contra objetos rígidos al margen de la vía, como el choque contra un árbol”.
