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Cómo alargar la vida útil de la mecánica del coche

Cómo alargar la vida útil de la mecánica del coche

Conseguir que el motor de un coche llegue a superar, en perfectas condiciones, el millón de kilómetros no siempre es posible, aunque sí lo es cuidar los elementos de la mecánica con un mayor desgaste para aumentar su vida útil.

Motor

Mantenimiento motor

La mecánica es la parte fundamental del vehículo, ya que es la encargada de moverlo. También es una de las más costosas, ya que si fuese necesario cambiar el motor, se debería abonar algo más de 3.000 euros, o desde 900 euros en el caso de la caja de cambios.

Hacer un mal rodaje del motor es uno de los grandes peligros que pueden poner en riesgo el motor del vehículo. Un propulsor está formado por multitud de elementos metálicos, muchos de ellos lubricados por aceite, que necesitan de un periodo de adaptación para acoplarse entre ellos. Por este motivo, es aconsejable, durante los 1.000 primeros km, pisar el acelerador con suavidad, dejando que el número de revoluciones del motor aumente progresivamente, e intentando que el recorrido del pedal del acelerador no supere el 50%.

Quedarse sin aceite es otro riesgo muy importante. Es aceptable que el motor consuma, aproximadamente, 1 litro de aceite cada 1.000 km, por lo que es más que conveniente comprobar su nivel aproximadamente cada 2.500 km recorridos. La falta de este lubricante puede causar que los materiales metálicos del interior del motor rocen entre sí, produciendo una importante avería que afecte a los pistones, a los cilindros o a la culata, y con un coste de reparación cercano a los 1.000 euros.

Es conveniente, también, no apurar el depósito de combustible. Aunque sean de muy buena calidad, todos los carburantes, tanto diésel como gasolina, tienen ciertas impurezas que no llegan al motor gracias al filtro. Pero con el paso del tiempo, van acumulándose en el fondo del depósito, y pueden ser succionados por la bomba, con lo que pueden llegar a obstruir el paso de combustible, provocando daños en los inyectores.

Válvula EGR

Se trata de un dispositivo del motor que se encarga de reintroducir parte de los gases que genera el escape en el interior de los cilindros, para así reducir el consumo de carburante y disminuir la contaminación, al completar la combustión de esos gases.

Conviene limpiar esta pieza cada 50.000 km –en los talleres suelen cobrar, de media, unos 40 euros por esta operación-, especialmente si se trata de motores diésel, ya que producen más carbonilla cuando se acelera en marchas largas desde un régimen muy bajo.

Si se produce una avería en la válvula EGR, el motor pierde paulatinamente rendimiento y pueden producirse tirones, ya que los gases del escape no vuelven a reintroducirse en los cilindros. Esto provoca fallos en el motor, además de un aumento del consumo y de las emisiones contaminantes. Remplazarla cuesta, aproximadamente, unos 250 euros.

Bomba de agua

Es responsable de impulsar el líquido refrigerante por el interior del motor para evitar, así que se sobrecaliente. Es importante cambiar este líquido cada cuatro años como máximo, ya que con el tiempo, este líquido se oxida, lo que puede producir daños importantes en la bomba.

Si la bomba falla, el líquido refrigerante deja de circular por el motor, con lo que su temperatura asciende y puede llegar a recalentarse. Aunque la pieza en sí no es costosa, para su sustitución son necesarias varias horas de mano de obra, lo que encarece la operación.

Tubo de escape

Es la tubería por la que se canalizan los gases del escape que produce el motor al funcionar. Es importante evitar por caminos en los que los bajos del vehículo puedan rozar con el suelo, o por donde existan piedras que puedan salir proyectadas por las ruedas y así eliminar el riesgo de perforaciones o deterioro en la pieza.

La duración media del tubo de escape es de unos 200.000 km, aunque si el lugar de circulación habitual del vehículo es muy húmedo o si se experimentan cambios bruscos de temperatura, puede reducirse esta duración hasta la mitad. Cambiarlo cuesta, de media, unos 150 euros. Es fácil saber si esta pieza se ha deteriorado, ya que cuando esto ocurre, el sonido que se percibe en el habitáculo es muy evidente, más metálico e intenso.

Sistema de inyección

Para mantener correctamente este sistema, que se encarga de introducir el combustible en los cilindros, es más que aconsejable evitar apurar el depósito de carburante por debajo de un cuarto de su capacidad, y no repostar si el camión cisterna está llenando los depósitos de la gasolinera. Además, es necesario sustituir el filtro de carburante cada 30.000 km como mucho.

Si esta pieza falla, el motor comenzará a dar tirones, produciéndose fallos o parones inesperados, y es habitual percibir un fuerte olor a combustible sin quemar.

Turbo

Turbo

Es el elemento mecánico que aprovecha el paso de los gases de escape para impulsar una turbina que introduce aire a presión en los cilindros, lo que aumenta el rendimiento del motor.

Para su correcto funcionamiento hay que acelerar suavemente hasta que el motor alcance su temperatura óptima de servicio –aproximadamente, unos cinco minutos-, y no apagar el motor de forma inmediata tras un uso intensivo –es conveniente dejarlo al ralentí durante dos o tres minutos para que el aceite que lo lubrica tenga tiempo suficiente para enfriarse-.

Los síntomas de fallo en el turbo pasan por una pérdida de rendimiento muy evidente –aproximadamente, unos 40 ó 50 CV-, y por una emisión continuada de humo blanco por el escape. Su sustitución cuesta, de media, unos 1.000 euros.

Embrague

Es la pieza que acopla y desacopla el movimiento del motor a la caja de cambios. Para garantizar su duración, es necesario desembragar sin brusquedad y sin revolucionar en exceso el motor, así como evitar mantener el pie sobre el pedal mientras se conduce o en detenciones. Es aconsejable, también evitar arrancar en una rampa “sujetando” el coche mediante el embrague medio accionado. Con un uso correcto, la vida media de esta pieza supera los 200.000 km.

En caso de fallo del embrague, es imposible introducir velocidades o iniciar la marcha. Si al conducir se percibe cierto patinaje al acelerar –aunque el motor se revoluciona, no se transmite fuerza a las ruedas-, o si se producen dificultades al introducir las marchas, es más que aconsejable visitar el taller para sustituir esta pieza –desde unos 400 euros-.

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