Kia se ha propuesto asentar su crecimiento y, por tanto, su futuro, en la innovación como forma de diferenciarse de una competencia cada día más feroz. Por eso, no es de extrañar el paso adelante que ha dado al respecto con su modelo Niro.
Se trata de un vehículo a medio camino entre los vehículos compactos y los SUV, en lo que ya es considerado como el primer crossover compacto con propulsión híbrida llegado al mercado. Por su tamaño –4,35 metros de largo–, apenas se diferencia de su “hermano pequeño”, el exitoso Cee’d, con el que comparte dinamismo y agilidad. Pero por su altura –1,54 metros–, se encuentra más cerca de la opción SUV de la marca coreana, el Sportage.
Su exterior está diseñado para evitar la indiferencia en el que lo mira. Fruto de la colaboración entre los centros de desarrollo de Kia en California (EE.UU.) y de Namyang (Corea), su silueta muestra un conjunto de líneas suaves y afinadas, con la ya característica parrilla “Tiger-Nose”, que se ha convertido en la firma visual de la marca, como remate.
Gracias a la gestión automática de sus motores, el Niro baja su consumo hasta los 3,8 l/100 km
A cada lado de la parrilla se encuentran unas ópticas de diseño rasgado, que se extienden hacia el interior del capó, y que denotan deportividad y dinamismo. Estas ópticas equipan tecnología bi-xenón en las versiones con acabado más alto –y de xenón en la de acceso–. Bajo la parrilla también aparece una entrada de aire activa, que sólo se abre en función de las necesidades aerodinámicas y de temperatura del motor, lo que contribuye decisivamente a mejorar las prestaciones aerodinámicas del vehículo.
Comodidad como objetivo


El Kia Niro parece diseñado para facilitar a sus ocupantes una experiencia de conducción cómoda. El acceso a sus plazas traseras es realmente sencillo gracias al ángulo máximo de apertura de las puertas, que alcanza prácticamente los 90 grados. Su anchura y altura favorece el confort de estas plazas traseras, de tal forma que dos pasajeros adultos pueden viajar cómodamente, a lo que ayuda también la presencia de un túnel central prácticamente inexistente.
En su parte delantera destaca el cuadro de instrumentos, con dos grandes esferas -una para indicar la velocidad de circulación y otra para mostrar el uso de energía-, y una pantalla digital a color que muestra la información de carga, entre otros. Cuenta también con una pantalla multimedia de 5, 7 u 8 pulgadas en función del acabado, desde la que se puede controlar la integración del teléfono móvil con el coche.
Dos motores, un sistema híbrido
La motorización es, sin duda, la clave sobre la que gira el Kia Niro. Cuenta con dos motores situados en la parte delantera: uno térmico de gasolina de 1.6 litros y 105 CV de potencia, y uno eléctrico de 44 CV que, conjuntamente, suman 141 CV.
Para facilitar la conducción, es el Niro el que elige en todo momento qué motor utiliza y cómo los combina al funcionar de forma simultánea. Esto, junto con su cambio automático de doble embrague, contribuye a lograr consumos de 3,8 l/100 km con llantas de 16 pulgadas, y de 4,4 con 18 pulgadas.