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La empresa petrolera Shell acaba de presentar un pequeño prototipo de coche cuya máxima finalidad es la eficiencia, algo que consigue gracias a su pequeño motor gasolina de tres cilindros, con el que homologa un consumo medio de 2,64l/100km.
De hecho, según la compañía, durante toda su vida útil este pequeño vehículo podría llegar a ahorrar un 34% del consumo de energía primaria, pues ha utilizado un proceso común para crear su carrocería, su motor y su lubricante. Debido a esto, es capaz de reducir al máximo su consumo de combustible.
Diseñado conjuntamente por Shell, Geo Technology y Gordon Murray Design, su interior alberga plazas para tres pasajeros -en disposición de una plaza delantera y dos traseras-, y en caso de llegar a su producción en serie su fabricación consumiría aproximadamente la mitad de energía que la de la construcción de un coche familiar pequeño o un SUV. Para fabricarlo se ha empleado la plataforma iStreamâ de Gordon Murray Design y materiales que reducen el peso -para la báscula en 550 kg-, replanteando la fórmula de diseño de los coches actuales -algunos componentes han sido fabricados con una impresora 3D-.
¿El resultado? Unas mediciones en el ciclo NEDC que arrojan unos datos de emisiones de CO2 un 28% más bajas que las de un coche con motor de gasolina y un 32% menos que las de otro con motor híbrido gasolina de tres cilindros. Además, cuenta con una app llamada Shell Drive, con la que el conductor está informado en todo momento del consumo del vehículo. En cualquier caso, a Shell le gustaría compartir los resultados obtenidos gracias a este diseño con otros fabricantes próximamente, por lo que las futuras generaciones de coches podrían avanzar en este aspecto.
