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Aunque hoy en día, el airbag es uno de los dispositivos de seguridad obligatorios en cualquier vehículo, en su nacimiento sólo se trataba de una innovación considerada un extra para los clientes de Mercedes-Benz.
En 1981, la marca alemana llegaba al Salón de Ginebra con una propuesta que sorprendió a propios y extraños. Se trataba de una bolsa que, en caso de impacto, salía del volante para proteger al conductor. Seis años más tarde, con motivo del Salón de Frankfurt, Mercedes presentaba el primer airbag para acompañante, incorporado en un Clase S de la serie 124 que se presentaba ese año.
Durante 1987, la Clase E empezó a incorporar este adelanto de seguridad a su equipamiento, y un año después, el airbag de pasajero se ofrecía ya como elemento opcional, siempre en combinación con el de conductor, aunque a un precio bastante elevado: 4617 marcos, equivalentes a unos 2.300 euros de la época.
Pero la marca alemana también pasaría a la historia por desarrollar el primer airbag lateral, que se presentaba en 1993 y que dos años después ya formaba parte del equipamiento opcional del Clase E y de serie en todos sus modelos en 1998.
También a la marca de la estrella corresponde el desarrollo del primer airbag lateral de cabeza y tórax en 2011, los laterales de protección de cabeza, tórax y pelvis en 2013, los incorporados en el cinturón de seguridad, y el de cortina.
